Como el despertar de una mañana frente al mar jugaste desde chiquitita a ser libre
tu sonrisa desnudaba cierta travesura y tus ojos eran complices de tu aventura
Quisiste volar y desplegaste tus alas.
No había duendes, ni brujos, príncipes, nada
Estabas ahí, tan chiquitita corriendo en la arena buscando tu sueño de hada
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