Fuimos mucho mas que todo.

Ella lo ve todo,

El lo escucha todo

y ninguno dice nada.

Sacar belleza de este caos es virtud

A veces creo que nada tiene sentido. En un planeta minúsculo, que corre hacia la nada desde millones de años, nacemos en medio de dolores, crecemos, luchamos, nos enfermamos, sufrimos y hacemos sufrir, gritamos, morimos, mueren, y otros están naciendo para volver a empezar la comedia inútil. Seria eso, verdaderamente, ¿toda nuestra vida sería una serie de gritos anónimos en un desierto de astros indiferentes?
Lo admirable es que el hombre siga luchando y creando belleza en medio de un mundo bárbaro y hostil.

Todo vuelve a comenzar.

Crimen

Últimamente los días y las noches se parecen demasiado. Si algo aprendí en esta ciudad es que no hay garantías, nadie te regala nada. Todo podría terminar terriblemente mal.

Todavía.

Yo se que a veces complico un poco (bastante) las cosas. Se que cuando digo que no, en el fondo digo si o viceversa. Que me aburro cuando las cosas son iguales, que me aburre la gente y siempre hago las cosas sin pensar. Que a pesar de lo mal que la pueda pasar me gusta. Me gustan hasta mis peores momentos, mis ataques de furia y las crisis de llanto que terminan sin que me de cuenta, porque me despierto al otro día y lo ultimo que me acuerdo es que lloraba como una nena de cinco años. Y no es masoquismo, simplemente disfruto de mis momentos de mierda con el orgullo y la carga de saber que los merezco, eso y tal vez un poco mas.

Anda a saber porque después de todo todavía quedan personas que me quieren, un poquito, no digo que morirían por mi. No soy tan tonta. CREO.

No cien, MIL años de soledad.

No había dejado de desearla un solo instante. La encontró en las habitaciones oscuras de las ciudades capturadas, especialmente en las más abyectas, y él la haría materializarse en el olor de la sangre seca en las vendas de los heridos, en el terror instantáneo del peligro de muerte, en todo momento y en todo lugar. Había huido de ella en un intento de acabar con su memoria, no sólo por la distancia sino por medio de una furia confusa que sus compañeros de armas se llevó a la audacia, pero cuanto más su imagen se revolcaban en el muladar de la guerra, más la guerra se parecía a Amaranta. Así fue como que sufrió en el exilio, buscando una manera de matarla con su propia muerte.

Vuelvo al barrio del primer amor.

Lo hago por necesidad. Necesito entender. Necesito recordar. Necesito volver. Necesito saber. Necesito más. A veces vuelvo por necesidad, por masoquista que soy, por debilidad, por nostalgia, hasta por costumbre. Solo a veces. Una de todas esas veces me di cuenta de que nunca supe leer entre líneas. Me di cuenta de que no era todo tan complicado. Que hasta las canciones que escuchaba tenían mensajes para ayudarme a entender. Que tenías las frases perfectas, los mensajes y las miradas que decían mucho más de lo que yo era capaz de percibir. No se donde estaba. No se que era lo que esperaba ¿A que le tenía miedo? ¿De que o de quienes me escondía? ¿Porque nos lastimamos así? ¿Que seria eso que estaba buscando? Y lo más importante ¿donde lo buscaba? Todo estaba en mis manos y frente a mis ojos.
Me di cuenta de que esperar duele. De que no tenia que buscar nada, porque estaba ahí. Estaba conmigo y era absolutamente todo para mi. Me di cuenta de que en esos momentos preferí no analizar. Ahora me pregunto porque. Me di cuenta de que confiaba demasiado en el tiempo y creía que de nada servia volver. Hoy estoy segura de que lo único que me ayuda es volver ahí. Al barrio del primer amor, caminar por esas calles que eran todas mías, esas canciones, esas frases, hasta esas fotos que sigo guardando en mi mente. No tengo mas que decirle que gracias por enseñarme tanto, por hacerme llorar tanto, por hacerme crecer tanto…

¿Y todavía me preguntan si lo quiero? Me di cuenta de que nunca deje de hacerlo. Ese amor que todavía guardo es lo más valioso que tengo. Es lo único que me queda.