Vuelvo al barrio del primer amor.

Lo hago por necesidad. Necesito entender. Necesito recordar. Necesito volver. Necesito saber. Necesito más. A veces vuelvo por necesidad, por masoquista que soy, por debilidad, por nostalgia, hasta por costumbre. Solo a veces. Una de todas esas veces me di cuenta de que nunca supe leer entre líneas. Me di cuenta de que no era todo tan complicado. Que hasta las canciones que escuchaba tenían mensajes para ayudarme a entender. Que tenías las frases perfectas, los mensajes y las miradas que decían mucho más de lo que yo era capaz de percibir. No se donde estaba. No se que era lo que esperaba ¿A que le tenía miedo? ¿De que o de quienes me escondía? ¿Porque nos lastimamos así? ¿Que seria eso que estaba buscando? Y lo más importante ¿donde lo buscaba? Todo estaba en mis manos y frente a mis ojos.
Me di cuenta de que esperar duele. De que no tenia que buscar nada, porque estaba ahí. Estaba conmigo y era absolutamente todo para mi. Me di cuenta de que en esos momentos preferí no analizar. Ahora me pregunto porque. Me di cuenta de que confiaba demasiado en el tiempo y creía que de nada servia volver. Hoy estoy segura de que lo único que me ayuda es volver ahí. Al barrio del primer amor, caminar por esas calles que eran todas mías, esas canciones, esas frases, hasta esas fotos que sigo guardando en mi mente. No tengo mas que decirle que gracias por enseñarme tanto, por hacerme llorar tanto, por hacerme crecer tanto…

¿Y todavía me preguntan si lo quiero? Me di cuenta de que nunca deje de hacerlo. Ese amor que todavía guardo es lo más valioso que tengo. Es lo único que me queda.