Cuanta paz me das

Hay alguien que es capaz de llenar completamente mi ser de paz, de hacerme reír y olvidarme de que en cualquier momento se va a ir. Ningún lugar esta demasiado lejos si cuando llegaste hay alguien que te espera con los brazos abiertos. Esa espera, el viaje y los minutos se olvidan en segundos.
No hay canciones que expresen con exactitud lo que quiero decirle. Si existiera la buscaría y se la mostraría con la sonrisa mas grande, pero hasta el día de hoy nadie fue capaz de plasmar en un papel o entre notas lo que quiero decir ahora.

Parece sencillo seleccionar y ordenar palabras para compartir con el mundo alguna idea, pero no lo es cuando hay sentimientos de por medio. ¿Sera porque no somos capaces de saber lo que verdaderamente sentimos o sera que no es posible encontrar palabras para contar cosas que están escondidas en lo mas profundo de nuestro ser? Alguien me dijo, alguna vez, que las personas que escriben los versos, las canciones y las historias de amor son aquellas que nunca han sentido realmente. Es algo que no comparto, pero a mi no me importa que esa persona o el mundo entero entienda lo que hay escondido en lo mas profundo de mi ser. Como tampoco me importan los títulos, los nombres o las etiquetas. Me importa y me va a importar siempre que esa persona sepa que voy a hacer lo imposible por verla contenta cada minuto que comparta conmigo y que no espero nada a cambio. No me gusta esperar. Aprendí con el tiempo que esperar duele y por eso ya no lo hago.

Hay muchas personas que pasan por nuestra vida. Están a las que recordamos bien, a las que recordamos mal y a esas que pasaron desapercibidas y dejaron poco y nada. No quiero que el sea parte de ninguno de esos. Quiero que se quede para recordar conmigo.