Te sentabas a preguntarme con cierto desarraigo, duda e intranquilidad si fuiste una piedra en mi camino. A lo que mi respuesta fue que no y que hasta lo mas probable es que haya sido al revés.
¿Y porque? Por que en mi camino no hay piedras. Nada de lo que hagan va a impedir que yo logre mis cometidos, por más estupidos que sean. Siempre me salgo con la mía y termino haciendo cada una de las incoherencias que se cruzan por mi mente.
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