10 de junio de 2013

Si el presente es lucha, el futuro es nuestro.

No quiero traer hijos a un mundo que no intento cambiar. Un mundo en el que unos hijos de puta nos matan un poquito cada día y los dejamos. Nos matan a nosotros y a los nuestros. Matan nuestras esperanzas, nuestros sueños, nuestras ganas de seguir, nuestra confianza, nuestros derechos y, como si eso fuera poco, también nos matan físicamente.
Y todavía se preguntan porque? porque pueden. Porque vivimos en un lugar en el que el que tiene un poco de plata, tiene poder y el que tiene poder es impune.
No tengo miedo de que me maten cualquier día de estos. No quiero, pero no temo. No le tengo miedo a la muerte física, le tengo pánico a la muerte en vida. Tengo miedo de vivir por vivir, miedo de estar viviendo sin ir hacia ningún lugar, miedo de encontrarme el ultimo día de mi vida como Iván Ilich, miedo de no poder hacer algo por los invisibles y por los que vendrán, porque siento que es mi deber. Nuestro deber.