16 de diciembre de 2013

Solía contarme todo sobre ella. Nunca supo explicarme como se metió en su vida, pero acostumbraba repetir que ella le había regalado un mundo. Se paseaba altanera por los rincones de su hogar, tocaba los libros de su biblioteca, tomaba su café, se acostaba en su cama y nunca pareció importarle. Nunca se le ocurrió pensar que algo de lo que hacia esa mujer estaba mal.
Siempre se levantaba y caminaba desnuda hasta la puerta de la habitación. Lo miraba y no podía descifrar que significaba ese mirar. Sus ojos reflejaban ternura, amor, pena, desprecio, resignación, tristeza... Ella lo miraba y el pensaba que sentía mas de lo que nadie podía imaginar. Nunca pude entender.
Sus visitas se hicieron mas pausadas, mas cortas y menos risueñas. Hace unas semanas desapareció. Se llevo sus discos, su ropa y la almohada con la solía dormir. Le dejo una agenda vieja en la que anotaba frases de libros que leía cuando estaban juntos, guardaba los saquitos de té secos, la rosa que le regalo la noche que canto en el bar y ella lo fue a ver, dos fotos que se sacaron una tarde, las entradas del cine al que iban todos los miércoles, una servilleta que dibujo mientras desayunaban... Le dejo todos y cada uno de sus recuerdos, pero se llevo lo mejor de el. La vida de mi amigo se fue con esa mujer.

17 de noviembre de 2013

Vos estas para algo mas II


Estaba sentada sola en ese sillón enorme, el estaba parado y tomaba de ese vaso lleno de fernet. Me dijo un par de cosas que no recuerdo, asentí con la cabeza y le sonreí nerviosa. Creo que se dio cuenta de que no entendía lo que me estaba diciendo y parte de mi estaba en otro mundo. Estiro su brazo hasta mi y me ofreció que tomara mas de su vaso que transpiraba, brillaba y le dije que no. Sorprendentemente le dije que no. Desde donde estaba podía ver ese centímetro de espuma que me tentaba, pero sabia que iba a usar de excusa mis vasos de mas para no tomarme en serio y no quería arruinar los esfuerzos que había echo hasta el momento.

Vos estas para algo mas.

Era la quinta vez que miraba la hora en la media hora mas larga de esa semana. Recuerdo que planeamos esa noche con dos semanas de anticipación y, aun así, nada salio como imaginaba ninguna de nosotras.
Cuatro horas antes estaba revolviendo entre mis cosas. Buscaba algo con que cubrir mi cuerpo lo suficiente y que le dijera que me moría por estar con el esa noche, pero que esperaba un montón de cosas mas. Creí haberlo encontrado, me cambie, perfume, peine y salí de casa con pocas cosas. Tenia lo que llevaba puesto, un par de pesos en la cartera y en la mano el celular y mi corazón, otra vez.
Ella me había llenado de valor y esperanzas de que mis pensamientos se transformen en hechos. Nunca se los confesé, si llegaba a humillarme prefería hacerlo ante el.
Esperamos un tiempo considerable y ella sonreía para disimular lo dolida que estaba. No era un déjà vu, esta situación ya la había vivido antes y no era una sensación. Ese imberbe volvía a romperle el corazón. Se canso, agarro sus cosas, nos saludo y se fue con los ojos llenos de lagrimas.
Me sentí desamparada. La mujer que me había llenado de valor, se iba por esa puerta con el autoestima casi imperceptible. No pude ponerme en su lugar, creo que estaba demasiado enojada. Ella me había llevado hasta ahí con otros planes, me había dejado en la boca del lobo y no sabia que hacer. Ante todo me invadía el miedo de volver a fracasar y quería demostrar(me) que era una mujer fuerte. Lo mire a los ojos y le sonreí. El siempre supo todo, sabia que iba a pasar.

12 de septiembre de 2013

Cuando el silencio se convierte en la mentira mas grande: no tenes imaginación para inventar una mentira ni el valor suficiente para decirme la verdad. 

Nunca estuviste sana.

Vive en un mundo de fantasías e intenta, por todos los medios, demostrar algo que no existe. Quiere que el mundo crea algo que su mente imagino y su boca repitió, como si aquello fuera a salvarla. Porque no es crueldad, soberbia o ganas de lastimar. Tiene una sola cosa y son ganas de salvarse.
Que irónico es que lo único que quiera es salvarse de la soledad y lo que hace termine por ahuyentar a todo lo que la rodea.
 

9 de septiembre de 2013

Ser.

Nuestras mentes no son capaces de comprender lo maravilloso que es y todo lo que significa ser. Tenemos asumido que existimos, que somos y estamos en algún remoto lugar del universo. A la gente, sin embargo, no le interesa mucho más allá de eso.
Caí en la cuenta de que la nombramos cientos de veces. "Me dio esto y me quito aquello". Hablamos de vida y la mayor parte del tiempo no nos veo viviendo. Al menos, no como corresponde.
Estoy convencida de que todo lo que se concibe como un sueño y se lleva a cabo en esas dimensiones, deja vislumbrar lo más real y puro del ser. Todo eso en lo que volcamos lo que nos conforma, ya sea algo mensurable como el tiempo o incorpóreo y diferente para todos como el amor, es la mejor manifestación.
Cuando alguien sube a un escenario a tocar un instrumento o cantar una canción, otro se sienta a escribir, escala una montaña o recorre un país con dos mangos y una mochila a cuestas, cuando una madre carga a su hijo en brazos, cuando alguien se entrega en cuerpo y alma a lo que ama. Todo eso es el ser. No sos un músico o una madre. Sos canción. Sos poesía. Sos vida. Sos amor. Sos.
Ahí estamos viviendo como se debe, cuando el interior se manifiesta de manera sincera. Ahí coincide lo que se siente, con lo que se muestra y siempre llega a alguien.
La mejor parte del ser? Cambia constantemente. Que equivocado estaba el que dijo “las personas no cambian”, los que lo siguen repitiendo y sobre todo aquel que se despierta y siente que es la misma persona que era veinticuatro horas atrás. 

Vivir es una aventura y el que lo entiende, destila plenitud. 

10 de junio de 2013

Si el presente es lucha, el futuro es nuestro.

No quiero traer hijos a un mundo que no intento cambiar. Un mundo en el que unos hijos de puta nos matan un poquito cada día y los dejamos. Nos matan a nosotros y a los nuestros. Matan nuestras esperanzas, nuestros sueños, nuestras ganas de seguir, nuestra confianza, nuestros derechos y, como si eso fuera poco, también nos matan físicamente.
Y todavía se preguntan porque? porque pueden. Porque vivimos en un lugar en el que el que tiene un poco de plata, tiene poder y el que tiene poder es impune.
No tengo miedo de que me maten cualquier día de estos. No quiero, pero no temo. No le tengo miedo a la muerte física, le tengo pánico a la muerte en vida. Tengo miedo de vivir por vivir, miedo de estar viviendo sin ir hacia ningún lugar, miedo de encontrarme el ultimo día de mi vida como Iván Ilich, miedo de no poder hacer algo por los invisibles y por los que vendrán, porque siento que es mi deber. Nuestro deber.