Las tardes de lluvia me hacen volver a mis días en primaria. El salón con poquitos chicos y los recreos en el subsuelo.
Tengo la certeza de que pase los años mas importantes de mi vida en el lugar correcto y rodeada de las personas correctas. Gracias a mi mamá, que no me dejaba faltar nunca, ahora tengo veinte años, una tarde de lluvia y una sonrisa nostálgica.
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