20 de agosto de 2014

Silencio.

Aprendimos a querernos sin rozar la cursileria y la vulgaridad. Nos quisimos sin altavoces, sin etiquetas, sin horarios fijos y a pesar de cada kilómetro, peaje o semáforo. Aprendimos del silencio, del espacio, del respeto, del cariño, de las miradas, del tiempo, del llanto y del abrazo. 
Nos amamos hasta el llanto. Si, para mi si no duele no es amor. Es una historia, un juego, una aventura, un capricho u otra cosa, pero no amor. Amor fue lo nuestro. 

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