19 de noviembre de 2010

El anhelo puro, una especie de pena, sin saber por que, sin objetivo visible, sin meta que alcanzar, solo un fuego puro.. quema todos los obstáculos, quema todas las estupideces que los siglos han acumulado a tu alrededor.
Es el fuego del puro anhelo que arde en tu corazón y que quema todo lo que no eres tu. Y de ese fuego sale tu carácter de veinticuatro quilates, tu en tu autenticidad.
No debe desconcentrarte. Es natural que cuando sientes por primera vez algo como un anhelo sin objetivo se desconcierte la mente. La mente conoce el anhelo de dinero, de sexo, de poder, de prestigio, pero el anhelo sin objetivo... eso la supera. Pero pasar por ese fuego es la experiencia mas hermosa. No es caliente, es fresco, tranquilo, magnifico. Te convierte en un templo. Quema todo lo falso y no autentico que hay en ti, mata al hipócrita que hay en ti, destruye las divisiones de tu ser, tu estructura mental esquizofrenica. Te lleva a la pureza e inocencia absolutas. En ese fuego florecerá tu rosa mística. De modo que se feliz, canta y baila.
Cuando el fuego se apaga, mueres.

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