22 de diciembre de 2011

Palabras que no te voy a repetir.

Que poderosas que son las palabras. Yo que siempre repito y me repito que todo esta en la mente, veo como actúan y es increíble. Es increíble que me digas una frase que deje escapar, a la que en el momento no le di importancia y siga maquinando constantemente. Es increíble como alguien puede decir algo y matar completamente las ganas de seguir, las esperanzas, la confianza y a veces hasta el cariño de una persona. Un claro ejemplo es mi entrada anterior. Como una de las personas que mas quise habré su boca y dice algo que hasta el día de hoy me sigue provocando bronca. Es que lo veo, lo miro a los ojos y no entiendo como es posible que haya salido de el. Como puede ser que ese ser que yo tanto quería en realidad sea así y yo nunca me di cuenta. Pero si, la gente es una caja de sorpresas y a algunas se les va la mano.
Es increíble como algo que alguien me dice me da una viva imagen de mi misma y me haga pensar en profundidad horas.
"Sos como un acantilado, es hermoso estar ahí, sentir la brisa, ver el mar, tomar mates y leer uno de Neruda, pero te da el cagaso de caerte y romperte el bocho, otra vez. Sos ese soneto maravilloso, y yo soy un pelotudo. "
Me di cuenta de que tiene razón, que soy eso y tal vez peor. No puedo evitar llevar a la gente hasta los extremos, ver como tienen miedo de caerse, como imploran por mi ayuda y yo sin ni siquiera pensarlo los empujo a las peores cosas.
No lo hago consciente, de eso estoy segura. No mido mis actos, a veces tampoco mis palabras y eso no es bueno. Porque no quiero lastimar a nadie y lo hago igual. No sirve de nada que lo diga pero aparte de lastimar a los demás, me lastimo a mi misma.
¿Que necesito? Que alguien sea mi acantilado.

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